Planificar una boda no es una tarea fácil. Es posible que una persona pueda planear una boda completamente sola, pero definitivamente no es fácil. Hay tantos pequeños detalles que intervienen en la planificación de una boda que puede ser difícil hacer un seguimiento de todos ellos.
Además, el proceso puede llevar mucho tiempo y ser estresante.
Sin embargo, hay una manera de hacer que el proceso de planificación de una boda sea mucho más fácil. Delegar cuando se planifica una boda algunas de las responsabilidades involucradas en la organización de la boda es un truco que realmente puede ahorrar a una pareja una gran cantidad de tiempo y estrés.
En este artículo te explico cómo una pareja puede delegar algunas responsabilidades de la planificación de la boda a alguno de sus invitados de confianza sin sentir que los planes están completamente fuera de su control.
Uno de los errores más graves que cometen muchas parejas, en particular las futuras novias, es no delegar nada de la planificación de la boda a nadie más. Las futuras novias a menudo se ven tan atrapadas en la planificación de la boda que incluso pueden dejar al novio fuera del proceso de planificación.
Esto casi siempre termina en que la pareja se sienta demasiado estresada por el proceso de la boda y posiblemente incluso pase por alto algunos detalles importantes.
Delegar algunas responsabilidades de la planificación de la boda alivia este problema, pero puede ser difícil empezar a delegar.
Esto se debe a que la pareja puede estar preocupada de que las cosas no se hagan bien si no se encargan ellos mismos de los detalles. Por eso, el primer paso para aprender a delegar es decidir qué responsabilidades está dispuesta la pareja a delegar.
Por ejemplo, la mayoría de las novias no querrán delegar la responsabilidad de elegir el vestido de novia a nadie más, pero pueden estar dispuestas a permitir que una dama de honor programe las citas en las tiendas de novias y programe las pruebas una vez elegido el vestido. Del mismo modo, es probable que los novios no pidan a nadie más que seleccione la tarta de boda, pero sí que pidan a un amigo o familiar de confianza y responsable que recoja la tarta el día de la boda.
En general, la mayoría de los novios no se preocupan demasiado por permitir que los amigos y familiares se encarguen de tareas sencillas que no son importantes para la boda, pero que sí descargan algo de estrés.
Los regalos que se dan como recuerdos de boda, hoy tan de moda, son otro aspecto del proceso de planificación de la boda que la mayoría de las parejas están dispuestas a delegar.
Algunas parejas pueden estar dispuestas a permitir que un amigo de confianza o miembro de la familia para hacer compras para los recuerdos y seleccionar aquellos más acordes con sus gustos.
Otras parejas se sienten cómodas pidiéndole a un amigo o familiar que busque recuerdos de boda, pero que no tome la decisión.
La pareja puede querer dar la aprobación final a los recuerdos que se elijan. Otras parejas no quieren permitir que otros compren o decidan los recuerdos, pero están dispuestos a delegar la tarea de envolver los recuerdos.
Las tareas que las parejas están dispuestas a delegar cuando se planifica una boda variarán considerablemente de una pareja a otra. Algunos confían plenamente en amigos y familiares y son capaces de delegar tareas bastante grandes, mientras que otros son más reacios a delegar incluso las responsabilidades más sencillas por miedo a que las tareas no se completen a tiempo o no se completen bien.
Sin embargo, cuanto más cómoda se sienta la pareja al delegar, más fácil será el proceso de planificación de la boda.
Por último, cualquier pareja que decida delegar alguna tarea debe asegurarse de que lo hace en amigos y familiares responsables. Los novios pueden tener un grupo de amigos y familiares realmente estupendo, pero si estas personas no son responsables, las tareas pueden no llevarse a cabo.
También es importante que cualquier amigo o miembro de la familia al que se le pida que realice tareas detalladas que tendrán un impacto significativo en la boda tenga gustos similares a los de la pareja. Esto ayudará a garantizar que las decisiones que se tomen representen a la pareja con exactitud.
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